Continuamos aprendiendo cómo evitar los errores más comunes a la hora de respirar, en esta ocasión hablando de la respiración entrecortada.
Con ella aprenderás la importancia de la pausa como una fase más de la respiración, y descubrirás todos los detalles que necesitas para reconocer y evitar este patrón, disfrutando de una respiración más lenta, completa y de calidad.
Y, como siempre, al final podrás ponerlo en práctica de manera muy sencilla, con la meditación de la respiración sana, feliz y santa. ¡No te la pierdas!
Contenido:
- La respiración entrecortada. Minuto 10:22
- Importancia de la pausa
- Causas de la respiración entrecortada
- Cómo corregir el patrón
- Meditación: respiración sana, feliz y santa. Minuto 18:55
Transcripción:
A estas alturas del podcast ya sabes que la respiración no se compone sólo de inhalación y exhalación, sino que hay otras dos fases más, en forma de pequeñas pausas. En yoga se conoce como kumbhaka, y, si después de este episodio te interesa profundizar más en este tema, puedes hacerlo en los números 14, 15 y 16.
En el primero de ellos, el 14, te hablo de forma general de la retención de la respiración, y en los siguientes, de forma más concreta de la pausa tras la inhalación (número 15), y la pausa tras la exhalación (número 16).
Esto es algo que dentro del pranayama trabajamos conscientemente, pero en la vida cotidiana tendemos a olvidar.
Por eso hoy quiero hablarte de otro patrón común de respiración, que consiste en enlazar inhalación y exhalación sin ninguna pausa, dando lugar a lo que se llama la respiración entrecortada.
Pero más que reforzar lo negativo de este patrón, hoy me gustaría poner en valor la importancia de la pausa.
Respiración entrecortada
Carola Speads describe a la perfección el significado de la pausa, con estas palabras:
La pausa cumple un doble objetivo: descansar del esfuerzo de la inhalación y reunir la energía necesaria para la siguiente inhalación. La pausa, por tanto, no es un periodo ocioso en el que no ocurre nada; es una fase vital del proceso respiratorio… Si interferimos en la duración de la pausa respiratoria, acortándola aunque sea ligeramente, nos sentimos «apurados» y «presionados», ese conocido estado que interfiere tan a menudo con nuestra sensación de bienestar y que es una carga tan generalmente reconocida en nuestra vida diaria.
Lo cierto es que según el conocimiento yóguico, la pausa es muchísimo más que esto, pero eso lo descubriremos en otro episodio más adelante. Hoy no vamos a hablar de las prácticas de retención de la respiración del pranayama, sólo de las pausas naturales que deben existir en tu respiración normal.
Y, más bien, de su ausencia, que es lo que origina este nuevo patrón, llamado respiración entrecortada, que consiste en precipitarnos sobre la siguiente respiración, sin dar tiempo a la pausa intermedia.
Importancia de la pausa en la respiración
Lo cierto es que tú no puedes crear estas pausas. Como te he dicho antes, no estamos hablando de cuando suspendemos la respiración y retenemos el aire dentro o fuera de los pulmones.
No es un trabajo mecánico que puedas o debas forzar. Es más bien un hábito natural, resultado de haber aprendido a relajarte en tu respiración, a estar presente en ella, y, sobre todo, a confiar en que no necesitas adelantarte para conseguir nada, la respiración llegará a ti en el momento preciso, no tienes que correr tras ella.
Porque muchas veces queremos conseguir tantas cosas y tan rápido, que no nos damos cuenta de hasta qué punto nos terminamos poniendo la zancadilla a nosotros mismos.
Si imaginas la respiración dibujada a través de líneas, siendo la inhalación una recta inclinada hacia arriba, y la exhalación otra inclinada hacia abajo, en la respiración entrecortada la respiración se vería como triángulos continuos.
Tomas aire, la línea sube, lo sueltas, la línea baja. La imagen es la de una sierra, llena de picos.
En la respiración normal, en cambio, la forma sería la de una meseta, ya que entre cada inhalación y cada exhalación, habría una línea recta horizontal, que representa la pausa.
El perfil resultante es más suave, y mucho más beneficioso y positivo para ti, ya que representa tu capacidad para estar bien contigo mismo, y con cualquier situación que se te presente.
Funciona en las dos direcciones, como todo, por lo que cuanto más centrado y en paz te encuentres, más fácil será que tu respiración incluya las pausas.
Pero a la vez, si relajas tu respiración y poco a poco vas dejando que las pausas aparezcan, con ellas lo hará también un mayor sentimiento de alivio y relajación.
Causas de la respiración entrecortada
La respiración entrecortada es común en nuestra sociedad, ya que hoy en día nos movemos a un ritmo frenético, y nos dedicamos a enlazar una actividad con otra, sin permitirnos ningún tipo de pausa ni transición.
Esta es una lección muy importante que nos podemos llevar del yoga, y es a valorar más los espacios entre medias, las transiciones.
A mucha gente le cuesta, pero tan importante es cómo entras o sales de una postura, como el tiempo que pasas en ella. Y lo mismo se aplica a los periodos de descanso entre posturas, o al tiempo final de relajación.
Solemos sentir que es una pérdida de tiempo, porque solo valoramos la actividad, el movimiento, el trabajo y el esfuerzo. Por suerte el yoga nos saca de esa mentalidad, y nos recuerda la necesidad de ir con más calma, y de dar espacio.
Tanto en nuestra práctica formal, como en nuestra vida cotidiana.
Porque muchas personas son incapaces de frenar, por ejemplo en una conversación. Saltan de una idea a otra y enlazan las frases, incluso terminando las de aquellas personas con quien están hablando.
Este patrón es típico de todas ellas, y lo que hay detrás es la creencia, o el pensamiento inconsciente, de que si no se lanzan a por aquello que quieren, no lo conseguirán, o se quedarán por detrás.
De nuevo no es la mentalidad del yoga, y aquí se nos enseña que las cosas llegan a nosotros a través de nuestra vibración y proyección, no necesitamos correr tras ellas. De hecho, cuando lo hacemos, perdemos nuestro equilibrio, lo que distorsiona y complica la situación, obteniendo el resultado contrario.
Seguro que lo has podido comprobar, cómo estás luchando o peleando por algo con todas tus fuerzas sin conseguirlo, y, de repente, cuando te relajas, lo consigues como por arte de magia.
Como siempre te digo, es mucho más importante tu energía e intención en lo que haces, que lo haces en sí.
Sé que es muy fácil decirlo y muy complicado llevarlo a la práctica, pero a base de practicar y de mantenerte consciente, puedes ir reconociendo todos estos patrones, todos los juegos de acción y reacción, y de este modo, confiar más en una nueva forma de hacer las cosas.
Cómo corregir la respiración entrecortada
Volviendo a la respiración de hoy, vamos a ver ahora cómo corregir este patrón tan habitual como perjudicial. Y vas a ver que consiste más en modificar tus hábitos cotidianos, que en trabajar directamente con tu respiración.
Se trata sobre todo de llevar la atención a tu respiración, y aquí quiero recomendarte el episodio número 98, en el que te hablaba de la respiración en el día a día, invitándote a observar cómo es tu respiración en actividades cotidianas.
En aquella ocasión ya te pedía que observaras tu respiración mientras hablabas, hoy con más razón aún, te ayudará prestar atención a este aspecto.
Comprueba si terminas las frases de otras personas, si les interrumpes mientras están hablando, y prueba a no hacerlo, a tomarte una pausa antes de hablar, y a sentir y observar tu respiración mientras hablas. Te ayudará a mantener la conexión contigo mismo y tu respiración, siendo mucho más difícil que te precipites y aceleres.
Si aún así te cuesta, puedes ayudarte de pequeños recordatorios, por ejemplo, cada vez que veas algo de un determinado color, o cada vez que suene una notificación en tu teléfono, para detenerte unos segundos a sentir tu respiración, y especialmente las pausas en ella.
También te animo a crear pequeños huecos en tu agenda, como espacios de transición entre actividades, o buscar un hueco mayor a lo largo de la semana para poder descomprimir. Ya sabes que si no lo haces tú al final lo hace la vida por ti, pero en lugar de tener una tarde libre con amigos, o un masaje, lo que tienes son varios días de enfermedad y malestar, que te hacen frenar sí, pero no te permiten disfrutar de las cosas que más te gustan.
Meditación: Respiración sana, feliz y santa
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil (Sukhasana) con las manos en gyan mudra sobre las rodillas, o cualquier otra postura meditativa en la que te mantengas relajado con la espalda recta.
- Respiración: inhala completa y profundamente por la nariz. Frena y queda sosteniendo el aire dentro mientras repites 3 veces mentalmente el mantra “sano soy, feliz soy, santo soy”. Después exhala repitiendo otras 3 veces el mantra en voz alta.
- Ojos: cerrados y enfocados en el punto del entrecejo.
- Tiempo: 11 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, relaja la respiración y queda en silencio durante un minuto. Después vuelve a inhalar profundo y, sosteniendo el aire, entrelaza los dedos, estira los brazos llevando las manos por encima de tu cabeza y alarga todo lo que puedas la columna y los brazos. Permanece unos segundos y después exhala y relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.